Del estrés a la resiliencia: dos vías de adaptación a la institución educativa

Resumen

El estrés en la profesión docente es un riesgo común en todas las tareas realizadas con personas. Comporta contacto con el dolor y el sufrimiento, por lo que crea malestar en el funcionamiento rutinario del ejercicio profesional. La presión del trabajo, las resistencias de los usuarios y la incomprensión social provocan un agotamiento que puede generar esta enfermedad.

Hay que promover acciones formativas que mejoren la comunicación entre los profesores, los alumnos y sus familias, facilitando la cultura de la mediación en los conflictos.

La resiliencia permite un ajuste saludable a la realidad, por muy hostil que ésta sea. Con todos los recursos de crecimiento personal que nos permite, la resiliencia incide en una mejora destacada para superar los inconvenientes del estrés y renacer en la confianza y seguridad personal que cada profesor necesita para ejercer libremente su actividad.