La USEE del Instituto Poeta Maragall

Resumen

Las unidades de apoyo a la educación especial (USEE) se crearon como recurso educativo dirigido a alumnos con necesidades educativas especiales derivadas de discapacidad intelectual escolarizados en centros ordinarios. La USEE del Instituto Poeta Maragall nació el curso 2005-06, y es una de las primeras que entraron en funcionamiento en Barcelona ciudad. Acoge entre 5 y 10 alumnos con discapacidad intelectual, severa, media y leve, que por edad están matriculados en la ESO. Su organización y funcionamiento se centran en facilitar el máximo posible la inclusión educativa de los alumnos con discapacidad, para lo cual se les adapta el currículo según sus necesidades específicas, intentando en todo momento que compartan con el alumnado ordinario el espacio y el tiempo lectivo. En la etapa de la educación secundaria se hace más difícil la inclusión completa de este tipo de alumnado debido a la gran diferencia que existe en la capacidad de asimilación de contenidos conceptuales y abstractos respecto al alumnado de la ESO. Por esta razón, los profesionales adscritos a la USEE (dos profesoras y una educadora en educación especial, hasta el curso 2011-12), reparten sus funciones entre la docencia en el aula USEE, donde se prioriza una metodología altamente funcional, con contenidos motivadores y que les sean útiles en su vida diaria, y el apoyo directo en el aula ordinaria, dentro de los grupos-clase a los que estan adscritos estos alumnos.

Que los alumnos discapacitados compartan su escolaridad con el resto del alumnado significa para ellos una oportunidad de experimentar vivencias similares a los chicos/as de su edad. Aunque todos sean diferentes , siempre existen elementos comunes que pueden compartir con ellos (música, aficiones...). Por otro lado, para el alumnado ordinario, tener la oportunidad de relacionarse con compañeros discapacitados les ayuda a empatizar con aquellos que tienen más dificultades, ya sea porque les cuesta más aprender, porque padecen alguna enfermedad o handicap, etc., y les hace conscientes de que son uno más, y de que las diferencias se deben aceptar con naturalidad y con compañerismo. Tras siete cursos de existencia de la USEE en este Instituto, podemos afirmar que las repercusiones de la inclusión educativa de los alumnos discapacitados en el centro son altamente positivas, tanto para éstos como para el alumnado ordinario. Todavía hay mucho por hacer, pero con la ilusión y el esfuerzo de los profesionales, la buena predisposición de la comunidad educativa, y la necesaria dotación de suficientes recursos por parte de la administración, una educación pública de calidad y verdaderamente inclusiva, es posible.