La atención a la diversidad. El modelo ético de la escuela inclusiva y orientadora

Autores/as

  • Jordi Carmona Mestre
  • Mercè Olivé Mestra

DOI:

https://doi.org/10.32093/ambits.v0i50.1223

Palabras clave:

Atención a la diversidad, Inclusión, Escuela inclusiva

Resumen

Hablar de atención a la diversidad en la escuela ordinaria y en la escuela especial ya es cosa del pasado. También lo es hablar de escuela inclusiva porque una escuela es inclusiva o es injusta. Y una escuela injusta no tiene razón de existir. Son necesarios cambios, urgentes en algunos casos, muy urgentes en la concepción general de la escuela, de su organización y del significado de educar. En definitiva, es imprescindible basarnos en el respeto al niño y al adolescente, sean las que sean sus características. Procurar por sus derechos al acceso universal a la formación y a la educación entre iguales, en la que cada individuo es diferente, y ser capaz de desarrollarse y formarse en una sociedad que es única para todos. Formar personas aptas para la vida en una sociedad justa, una sociedad que no sólo haga de contención, sino que sea capaz de abrazar a todo el mundo. No existe otro camino para no caer en la exclusión. La escuela inclusiva es un derecho, un ecosistema del que se habla y del que sobretodo los maestros son los expertos. Aquí también hay que ser exigente. Los maestros deben ser buenos profesionales. Tienen que garantizar la presencia, la participación y el progreso de todos sus alumnos ¡de todos! Aquí radica la esencia de la escuela para todos. Y con eso no se juega. La formación inicial y la sensibilidad del maestro es fundamental. El cambio debe llegar también a las escuelas y facultades de formación del profesorado. En definitiva, hacen falta buenos maestros, en una escuela bien preparada.

Publicado

24.05.2019

Número

Sección

Psicopedagogía y Orientación